jueves, 14 de enero de 2010

El problema es la justicia

Ayer a las 11 de la noche la sensación era de un estupor total: una jueza había impuesto una fianza de un millón de euros a Manuel Fuentes, alcalde de Seseña, y le obligaba, para más escarnio, a reunir la cantidad en el plazo de un día. Parecía una noticia imposible, de esas que, simplemente no puedes creerte que pasen. Por un momento -no soporté más de un momento- me puse en la piel de Manuel y me entró un vértigo lleno de temor: ¿cómo era posible que una querella por calumnia se convirtiera en un castigo de una desmesura inaudita, perpetrada por quien está llamada por nuestra constitución a obrar con justicia? El hecho de que esta mañana la misma jueza reconociera un supuesto error y rebajará la fianza a 10 mil euros, aumenta su estulticia y mal hacer. Qué lamentable!! Pero no es la única actuación en el ámbito de la justicia que nos llama a interrogarnos, seriamente, sobre en manos de quien estamos exactamente, en lo que a la protección de nuestros derechos se refiere. Pensemos, por comparar, en lo que ha ocurrido en Valencia con el caso Gürtel, o en la increible admisión a trámite de querellas presentadas por organizaciones fascistas contra el juez Baltasar Garzón por mostrarse competente en el asunto de la memoria histórica. Parece un mal sueño y sin embargo pasa y seguirá pasando en nuestro país.
Descubrimos ahora que el residuo fascistizante de nuestra transición está parasitando un estamento trascendental para la calidad de nuestra democracia: la justicia. Así como en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado se ha obrado un cambio significativo que debe ser reconocido, en la justicia sigue campando una condición reaccionaria que asusta y pervierte el estado de derecho. Es imprescindible reflexionar sobre nuestras prioridades: mientras la justicia siga así, la derecha, la caverna, la reacción tendrán siempre un parapeto para contener las lógicas de cambio y modernización en nuestras sociedades.
Pongámonos a pensar como demonios cambiamos esto para evitar que pase y que pueda seguir pasando en el futuro próximo.
Y ahora, no solo solidaridad con Manuel Fuentes que la merece, sino un llamamiento a la sociedad civil crítica de este país para que hagamos algo que merezca la pena y ponga las cosas en su sitio.

1 comentario:

  1. Mira Pedro, te voy a ser muy sincero, dale la vuelta a la bola desde la que ves la vida que es muchísimo más práctico tener la visión global, como su propio nombre indica, de la realidad. Las tres dimensiones te permitirá descubrir que la perversión que denuncias es innata al ser humano, no a la derecha, ni a la reacción, ni a la caverna, ni al totalitarismo, ni al stalinismo, ni al leninismo, ni la clase social más dirigida, ni siquiera a la más dirigente.

    Es innato a la condición humana, malo pero innato. Yo, de verdad y de todo corazón, te recomiendo que gires el globo y que veas la visión desde todos los lados. Tu responsabilidad como formador entiendo que te obliga todavía más a ello, porque los alumnos que pasan por tus aulas serán liberales, progresistas, extremos, de derechas, de izquierdas y enclavados en cualquier rama ideológica.

    Piensa que posiblemente la sectorización que denuncias sea la misma que transmites en comentarios como éste.

    Un abrazo y gracias por darme la oportunidad de leerte.

    Juanma.

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