lunes, 23 de abril de 2012

¿Quién ha ganado en Francia?

No ha ganado Sarkozy y ese dato es muy importante. Ha ganado Hollande con un discurso más orientado hacia políticas de izquierda y después de que el Partido Socialista haya purgado sus penas políticas desde 1995. NO ha ganado la izquierda en términos electorales. Si sumamos los votos de la derecha (incluidos, claro, los del Frente Nacional) suman casi un 55% frente al 45% de los votos de izquierda. Pero el hecho de que no esté asegurada la victoria de Sarkozy en la segunda vuelta y que las encuestas den hoy como seguro vencedor a Hollande es un dato igualmente relevante. Dice que la lectura de la crisis se interpreta en varias claves que condicionan el voto: en el eje izquierda-derecha, pero también en el eje sistema-antisistema. Las elecciones en varios paises vienen expresando este hartazgo de la política y la emergencia en algunos lugares y clara consolidación en otros, de opciones abiertamente antisistema que impugnan la política tradicional. En su inmensa mayoría estos partidos son organizaciones filofascistas o populistas de derecha. Su discurso sigue el guión del Tea Party que ha construido alrededor de la confrontación (supuesta) con la "política profesional" una seña de identidad.
Es un rasgo preocupante de una situación de emergencia. La lógica de este discurso es claramente xenófoba, antiliberal en lo moral y científico, pero claramente neoliberal en lo económico, es conservadora en lo institucional, porque reclama un papel activo del estado, pero muy orientado a garantizar las operaciones del mercado y a "restituir" los valores perdidos. Recordemos que la derecha más talibanizada orienta la explicación de la crisis en términos de crisis de valores morales.
Frente a este dominio del sentido común neocon, la izquierda gana posiciones pero en un escenario de crisis sistémica del capitalismo quien se hace con la representación de lo "alternativo" no somos nosotros. Por diferentes razones seguimos sin ser vistos como una alternativa al sistema.
El caso de Mélenchon en Francia es muy indicativo. Sin duda, el Frente de Izquierdas ha recuperado la ilusión y la esperanza en un "camino en la izquierda", pero, hasta el momento, esa esperanza sigue siendo eso, una esperanza. Puede argumentarse que el camino de esta candidatura trasciende estas elecciones y está pensando en las legislativas próximas. Es una buena perspectiva. Pero el tiempo pasa, las esperanzas de hoy se difieren a un mañana que no tiene que ser porque mejor que hoy. El deterioro de la situación, el crecimiento de la anomía no hará más factible el avance de la izquierda alternativa, sino menos probable.
Es momento para pensar en la situación de emergencia democrática que estamos viviendo y pensar en términos de alternativa general a lo que se avecina. Le Pen ha conseguido el 18,12% de los votos, pero su discurso es, cada vez, menos distinguible del de Sarkozy o al revés, tanto da. Esta es su victoria y nuestra urgencia.