martes, 27 de abril de 2010

De manifestaciones, memorias y perspectivas

Las manifestaciones de este pasado fin de semana en el conjunto de España piden a gritos alguna reflexión, al menos un intento por compartir lo que vivimos y lo que pensamos que vivimos. La de Madrid fue espectacular, las casi 60 mil personas que daba el sistema de medición informatizado, y que reflejaban algunos medios, la convierte en una de las más multitudinarias de la comunidad de Madrid de los últimos años. No es poca cosa. La izquierda social y la izquierda política han mostrado capacidad de convocatoria y voluntad de ocupar de manera pacífica y festiva el espacio público.
Este primer aspecto no es menor y dice que hay un activo social con deseo de expresarse y reivindicar su condición de izquierda, si es que hay buenos motivos, buenas causas y buenas convocatorias.
Lo segundo interesante es que nadie en particular, puede arrogarse el éxito de la iniciativa, las medallas, de ser pertinentes, pueden atribuirse casi todas a lo social crítico que se ha movilizado desde que se conoció la indecente acusación contra Garzón. Las organizaciones de la memoria en primer lugar, el mundo de la cultura crítica en segundo lugar, el espacio académico que no se ha arrodillado después y otras tantas organizaciones sociales de diferente pelo, por útlimo, han sido los auténticos protagonistas de este movimiento de respuesta. La izquierda política ha respondido con desigual intensidad, algunos porque tienen alguna de sus manos y piernas metidas en el entuerto contra las consecuencias políticas de la Memoria, alguna otra, porque hace tiempo que anda buscándose las costuras y preguntándose a cada paso, si es bueno o no bailar la música que se va tocando.
Esta dimensión protagonista de lo social tiene mucha importancia para una perspectiva alternativa. O debería tenerla. Pero parece que hay gentes, -sí, sí, no es broma-, dentro de este espacio de la izquierda no socialdemócrata que considera que es mejor mirar para otro lado y no mover demasiado el cotarro, bajo el impresionante argumento de que estas movilizaciones son funcionales a la agenda electoral del PSOE. Resulta tan patético que me da un poco de vergüenza publicarlo aquí, pero no decirlo sería faltar a la verdad sobre lo que está ocurriendo.
Bueno, la tercera cosa, es que la agenda de la Memoria, -como muy bien ha intuído el PP- es una agenda "radical", es decir, es una agenda con temáticas que subvierten el pantano de corrección política fruto de la santa transición.
Aunque considero que hay más temas concernidos en el encuentro del sábado, sería necio no valorar lo que de impugnación de la transición tiene esta movilización social crítica.
En fin, la cuarta cosa haría referencia a las perspectivas: sería bueno darle dos vueltas a lo que podría promocionarse como movimiento social a partir de esto. Mi impresión es que, esta suma de temas complementarios, podría abrigar un espacio de democracia avanzada o de reforma democrática o de renovación democrática en el que confluyesen temas como la memoria; la lucha contra la corrupción y por la dignificación del espacio público; la reforma de la constitución en una dirección republicana (en sentido amplio); la reforma electoral etc...
Bueno, hay que pensar...